n'Asturianu
A la pregunta de “ahora, ¿cómo es? Un punto enano, punto alto o cadena” con esta frase tan singular, que puede carecer de importancia pero desde el pasado mes de abril, si cabe, la tiene aún más. Y que desde noviembre a abril, cada año, se oye esta pregunta a la monitora María José Fernández, en las aulas del Centro Polivalente “La Baragaña” de Candás. El alumnado del Curso de “Manta Candasina” se afanaba vertiginosamente en intentar acabar sus trabajos cuando recibieron la visita de Otilia Requejo, Directora de Patrimonio Cultural acompañada de la Alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández.
Una visita muy esperada en la que la Directora les comunicaba que el Consejo de Patrimonio Histórico celebrado el 1 de abril, decidió por unanimidad, que la “Manta Candasina” fuese incluida en el Censo del Patrimonio Cultural Inmaterial de Asturias. Siendo el segundo elemento que se incorporará a este Censo patrimonial, en la que hasta ahora sólo estaba la técnica constructiva de la piedra seca, que es desde noviembre del año pasado Patrimonio Mundial Inmaterial. Lo que demuestra la relevancia del Censo.
La decisión del Consejo estuvo sustentada en el Decreto 20/2015, de 25 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley Principado de Asturias 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural. El cual le encomienda al Principado de Asturias el adoptar las medidas necesarias para garantizar la salvaguarda y difusión de los bienes inmateriales existentes en Asturias con valor cultural y con significado para la identidad y la memoria colectiva de los y las asturianas. Además de la creación de un Censo con el objeto de reflejar e identificar las manifestaciones culturales inmateriales de Asturias.
El Consejo valoró muy positivamente la memoria presentada por el Ayuntamiento de Carreño. Realizada por la antropóloga e historiadora Fe Santoveña “Traje tradicional, indumentaria popular y transformaciones culturales en el concejo de Carreño. La manta candasina como bien de interés cultural protegido”, en el que se incluye una muy buena descripción del proceso de implantación de la manta en Candás y su actual recuperación como elemento identitario.
Un estudio que se puede consultar en la web municipal y que refleja la evolución de esta prenda en la sociedad candasina. La cual aparece a principios del siglo XX, popularizándose su uso hasta los años veinte del pasado siglo. Tras esta etapa la “manta” empieza a caer en desuso “pasó de moda” y es tan sólo usada por las mujeres de más edad. Hasta que allá por los años setenta, empieza a recuperarse su uso, para las celebraciones tradicionales, por medio de la Peña Marinera “La Peña Furada”. A partir de esa fecha es habitual que los hombres se vistan con el traje de Mahón y las mujeres con el traje de sardinera junto con su “manta candasina”.
Una prenda que con el paso del tiempo se sigue confeccionando de forma artesanal, con el mismo tipo de hilo o mismo puntos que a principios de siglo XX. Pero que, como cualquier prenda de vestir, ha sufrido alguna modificación en su estilo para acomodarse a nuestra época. De esta forma las que se confeccionan en este siglo son más grandes en comparación con las antiguas, en la actualidad por ejemplo, la puntilla es más larga y más vistosa, más ornamental. Antes se llevaban más cerca del cuello, dobladas para hacer la función para la que fueron creadas, abrigar, mientras en la actualidad se llevan más abiertas, como un elemento decorativo e imprescindible del traje de sardinera.
Estos y otros aspectos, como por qué siendo una prenda popular en el norte de España, sobre todo en los pueblos costeros, sólo se ha mantenido en Carreño. Pero no sólo su uso actual sino también su mantenimiento y conservación. Ya que durante el estudio han aparecido “mantas” de más de 100 años de antigüedad en perfecto estado de conservación, “mantas” que a día de hoy, sus propietarias lucen en los festejos tradicionales como lo hacían a diario sus antepasadas. Fueron analizados por la antropóloga en su estudio que ha servido de base para la inclusión de la “Manta Candasina” en el Censo del Patrimonio Cultural Inmaterial de Asturias.
A la pregunta de “ahora, ¿cómo es? Un punto enano, punto alto o cadena” con esta frase tan singular, que puede carecer de importancia pero desde el pasado mes de abril, si cabe, la tiene aún más. Y que desde noviembre a abril, cada año, se oye esta pregunta a la monitora María José Fernández, en las aulas del Centro Polivalente “La Baragaña” de Candás. El alumnado del Curso de “Manta Candasina” se afanaba vertiginosamente en intentar acabar sus trabajos cuando recibieron la visita de Otilia Requejo, Directora de Patrimonio Cultural acompañada de la Alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández.
Una visita muy esperada en la que la Directora les comunicaba que el Consejo de Patrimonio Histórico celebrado el 1 de abril, decidió por unanimidad, que la “Manta Candasina” fuese incluida en el Censo del Patrimonio Cultural Inmaterial de Asturias. Siendo el segundo elemento que se incorporará a este Censo patrimonial, en la que hasta ahora sólo estaba la técnica constructiva de la piedra seca, que es desde noviembre del año pasado Patrimonio Mundial Inmaterial. Lo que demuestra la relevancia del Censo.
La decisión del Consejo estuvo sustentada en el Decreto 20/2015, de 25 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley Principado de Asturias 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural. El cual le encomienda al Principado de Asturias el adoptar las medidas necesarias para garantizar la salvaguarda y difusión de los bienes inmateriales existentes en Asturias con valor cultural y con significado para la identidad y la memoria colectiva de los y las asturianas. Además de la creación de un Censo con el objeto de reflejar e identificar las manifestaciones culturales inmateriales de Asturias.
El Consejo valoró muy positivamente la memoria presentada por el Ayuntamiento de Carreño. Realizada por la antropóloga e historiadora Fe Santoveña “Traje tradicional, indumentaria popular y transformaciones culturales en el concejo de Carreño. La manta candasina como bien de interés cultural protegido”, en el que se incluye una muy buena descripción del proceso de implantación de la manta en Candás y su actual recuperación como elemento identitario.
Un estudio que se puede consultar en la web municipal y que refleja la evolución de esta prenda en la sociedad candasina. La cual aparece a principios del siglo XX, popularizándose su uso hasta los años veinte del pasado siglo. Tras esta etapa la “manta” empieza a caer en desuso “pasó de moda” y es tan sólo usada por las mujeres de más edad. Hasta que allá por los años setenta, empieza a recuperarse su uso, para las celebraciones tradicionales, por medio de la Peña Marinera “La Peña Furada”. A partir de esa fecha es habitual que los hombres se vistan con el traje de Mahón y las mujeres con el traje de sardinera junto con su “manta candasina”.
Una prenda que con el paso del tiempo se sigue confeccionando de forma artesanal, con el mismo tipo de hilo o mismo puntos que a principios de siglo XX. Pero que, como cualquier prenda de vestir, ha sufrido alguna modificación en su estilo para acomodarse a nuestra época. De esta forma las que se confeccionan en este siglo son más grandes en comparación con las antiguas, en la actualidad por ejemplo, la puntilla es más larga y más vistosa, más ornamental. Antes se llevaban más cerca del cuello, dobladas para hacer la función para la que fueron creadas, abrigar, mientras en la actualidad se llevan más abiertas, como un elemento decorativo e imprescindible del traje de sardinera.
Estos y otros aspectos, como por qué siendo una prenda popular en el norte de España, sobre todo en los pueblos costeros, sólo se ha mantenido en Carreño. Pero no sólo su uso actual sino también su mantenimiento y conservación. Ya que durante el estudio han aparecido “mantas” de más de 100 años de antigüedad en perfecto estado de conservación, “mantas” que a día de hoy, sus propietarias lucen en los festejos tradicionales como lo hacían a diario sus antepasadas. Fueron analizados por la antropóloga en su estudio que ha servido de base para la inclusión de la “Manta Candasina” en el Censo del Patrimonio Cultural Inmaterial de Asturias.